Opentor
conocimiento es poder

1000 claves de éxito en el mundo de la empresa


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Información editorial
Índice de contenidos
Prólogo / Introducción
Índice alfabético
Contraportada

ÍNDICE COMPLETO

Micro índice:

100 Claves básicas

100 Claves básicas para salir de la crisis

1. Los empresarios

Personalidad y carácter
Tipos de empresarios
Vida y familia
Jubilación

2. Las empresas

La gestión
Las ventas
Negociaciones
Fusiones y adquisiciones
Crisis y reestructuraciones

3. Universidades

Universidades con plena facultas

4. El factor humano

Clientes
Proveedores
Empleados
Directivos
Socios y accionistas
Integración empresarial

5. El selectivo reflex 35

Anécdotas empresariales

La panacea no es [2]


Me fiaba mucho de las opiniones de mi socia, por lo que le propuse que asistiera conmigo a la presentación. Llegamos al hotel donde estábamos citados y, de ahí, a un enorme salón donde había unas cincuenta personas. El joven y futuro empresario nos entregó una carpeta con la presentación que iba a realizar y comenzó la exposición de lo que iba a ser la futura Empresa.

Básicamente, era un portal vertical creado para proveer de servicios a una comunidad de catorce millones de estudiantes europeos y facilitar el intercambio de información entre los universitarios, universidades y socios comerciales a través de Internet. El portal se extendería por Europa; en principio por Francia, Reino Unido, Alemania e Italia. Nos expuso, con entusiasmo, que pensaba firmar acuerdos con muchas universidades en calidad de socios institucionales, con el fin de introducir corresponsales y obtener la información. También colaboraría con Empresas en Branding, E-Commerce, Market Research y Recruiting Services. Nos habló del espacio digital, de la capacidad de almacenamiento, de la facilidad para viajar, del acceso desde cualquier sitio y de la deslocalización y dispersión de elementos. Reflejó algunos indicadores de internet en España para el siguiente año como el número estimado de usuarios, el gasto previsto en comercio electrónico, la inversión esperada en publicidad online, y el número estimado de compradores online.

Luego presentó una serie de gráficos sobre la distribución mensual de las ventas por comercio electrónico y los productos más comprados. Nos explicó la clasificación de las empresas de internet: Business to Consumer con el ejemplo de «submarino.com»; Consumer to Business con el ejemplo de «letsbuyit.com»; Bussines to Bussines con el ejemplo de «Ford»; y de Consumer to Consumer con el ejemplo de «mercadolibre.com».

A continuación, pasó al producto y nos hizo una exposición de en qué iba a consistir la web site en cuanto a contenidos, aplicaciones y diseño gráfico, así como de los retos del departamento de marketing para el lanzamiento del producto, en cuanto a campañas, eventos y publicidad. Nos habló del perfil de empleado que pensaba contratar: jóvenes, algunos estudiantes de último curso, independientes, con un alto nivel de motivación, tolerantes al riesgo y al cambio, y que manejasen perfectamente el entorno multimedia.

Para arrancar con el negocio, precisaba una primera ronda de financiación de un millón de euros, con el fin de alquilar una oficina, comprar ordenadores, contratar al equipo inicial y crear el producto final. Luego, a los dos o tres meses del «Start up», una vez más depurado su plan de negocio y armado el equipo, buscaría nuevos inversores entre las empresas de capital riesgo, teniendo los anteriores derecho de adquisición preferente y así sucesivamente hasta llegar a una OPV en el plazo de doce meses.

El joven, con solo veintidós años, se lo había preparado muy bien y parecía que tenía una visión muy clara y genérica de internet. Para terminar, nos citó a una segunda reunión donde los interesados podríamos concretar la inversión y las participaciones.

La verdad es que me impresionó bastante y pensé que un portal vertical europeo para estudiantes sería una gran idea. Además, por nuestro negocio, mi socia y yo conocíamos muy bien los hábitos de consumo de los universitarios y nuestros clientes eran las principales empresas de España, por su interés en posicionarse dentro de este segmento de mercado. También pensé que incluso podríamos involucrar a alguna de estas empresas como inversores, por lo que salí pletórico.

Durante la presentación, mi socia se había dedicado a estudiar el plan de negocio. La había visto garabatear conclusiones propias y tachar otras que aparecían. Se había mantenido callada y, conociéndola como la conocía, si no había hecho preguntas, significaba que no estaba en absoluto convencida, lo contrario de lo que me pasaba a mí. Comenté con ella mis positivos argumentos sobre el proyecto y lo emocionante del futuro de «la nueva economía». Sin embargo, ella me respondió: no encuentro nada emocionante en el hecho de no saber qué va a pasar. Le pregunté si no confiaba en el proyecto y por qué y me dijo: »porque rascas y debajo no hay nada. No estoy dispuesta a tirar mi dinero en proyectos de niñatos que pretenden hacer una OPV en un año. Sentémonos allí y analicemos su plan de negocio.

»Este joven, para intentar convencernos, nos ha presentado simplemente cómo de grande es la oportunidad. Bien hecho por su parte, ya que es lo primero que quiere conocer un inversor. Ha elegido un mercado de catorce millones de estudiantes, lo suficientemente grande como para constituir una buena oportunidad, de manera obvia. Pero esto es muy relativo, porque el tamaño de la oportunidad dependerá de cómo reaccione el mercado, por lo que él no conoce el tamaño de su oportunidad.