Opentor
conocimiento es poder

1000 claves de éxito en el mundo de la empresa


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Información editorial
Índice de contenidos
Prólogo / Introducción
Índice alfabético
Contraportada

ÍNDICE COMPLETO

Micro índice:

100 Claves básicas

100 Claves básicas para salir de la crisis

1. Los empresarios

Personalidad y carácter
Tipos de empresarios
Vida y familia
Jubilación

2. Las empresas

La gestión
Las ventas
Negociaciones
Fusiones y adquisiciones
Crisis y reestructuraciones

3. Universidades

Universidades con plena facultas

4. El factor humano

Clientes
Proveedores
Empleados
Directivos
Socios y accionistas
Integración empresarial

5. El selectivo reflex 35

Anécdotas empresariales

Qué me dices


996. ¡QUÉ ME DICES!

A veces un empleado, para atraer la atención del empresario, aprovecha su cercanía para ponerle al corriente de los chismorreos de su Empresa. Esto le pasó a un amigo con su director general.

Mi amigo, el empresario, tenía un astillero en una pequeña localidad del levante español, donde fabricaba barcos de vela de gran eslora. La Empresa la fundó su padre y ahora la gestionaban su hermana y él. La componían unos cincuenta empleados, la mayoría artesanos, pues sus barcos tenían un componente artesanal muy alto, además de que se fabricaban bajo pedido y a la carta. Yo solía visitarle a menudo cuando realizaba gestiones por aquella zona. Almorzábamos en un club náutico frente al mar, mientras comentábamos nuestros proyectos empresariales. Mi amigo había superado la última crisis del sector náutico y estaba adaptando todos sus modelos a las nuevas tecnologías, con el fin de abordar el mercado americano.

En una de nuestras comidas, me comentó que su director le estaba volviendo la cabeza loca con chismorreos de la Empresa. Le había ido permitiendo, poco a poco, contar y, de repente, se había sentido arrastra-do a las profundidades, quedando atrapado en su propia Empresa por las intimidades de sus empleados. Al principio, le pareció que su único fin era gestionar mejor los recursos humanos pero, más adelante, tuvo la sensación de que había caído en la trampa y se estaba alimentando de inmundicia. Tenía la impresión de estar retorciéndose en los secretos humanos con el mismo fin que el chismoso, que no es otro que dirigir exaltadamente su ira y envidia contra sus compañeros. Me dijo: a este tipo de empleado parece que nada le sorprende y, si se le permite, se muestra preocupado por todo el mundo. Para él, las vicisitudes de la vida del prójimo son el oxígeno preciso para vivir. Antes, mi mundo era la superficie de todas las cosas y ahora es el fondo de un profundo y oscuro océano.

»La cuestión es que este director trabaja bien y cumple los objetivos, pero dudo de que existan en él cualidades personales dignas de consideración y, lo peor, es que también dudo de esas cualidades en mí porque escucho sus chismes sin rechistar. ¿Tú qué harías en mi lugar? A lo que le respondí: lo primero liberarme de la corriente del chismorreo, salir de lo denso y volver a ascender lentamente a la superficie. Verás maravillado que la luz del día y todos tus proyectos siguen siendo un hecho real y que ésta es la verdadera luz.

Continuamos hablando de otras cosas y fuimos a ver su nuevo modelo de barco.

Pasados unos días, le pregunté por el tema y me dijo: he debido liberarme como me propusiste. Ahora, oyéndole hablar de nuevo, experimento un descenso a lo profundo. Me he convencido de que no es más que un cotilla enredador del que hay que huir.