Opentor
conocimiento es poder

1000 claves de éxito en el mundo de la empresa


Portada
Información editorial
Índice de contenidos
Prólogo / Introducción
Índice alfabético
Contraportada

ÍNDICE COMPLETO

Micro índice:

100 Claves básicas

100 Claves básicas para salir de la crisis

1. Los empresarios

Personalidad y carácter
Tipos de empresarios
Vida y familia
Jubilación

2. Las empresas

La gestión
Las ventas
Negociaciones
Fusiones y adquisiciones
Crisis y reestructuraciones

3. Universidades

Universidades con plena facultas

4. El factor humano

Clientes
Proveedores
Empleados
Directivos
Socios y accionistas
Integración empresarial

5. El selectivo reflex 35

Anécdotas empresariales

Escuhar para saber


997. UNA DIETA EQUILIBRADA

Cuando tenía la oportunidad de entablar con empresarios poderosos una conversación abierta y aparentemente sincera, aprovechaba para hacerles una última pregunta antes de despedirme.

Un amigo, que era el director general en una macro-imprenta, me invitó a una comida con « papeleros». Por aquel entonces yo tenía una editorial de revistas técnicas y me pareció interesante asistir y conocer mejor la industria del papel, sus fabricantes y almacenistas. Me senté al lado del propietario de una fábrica de papel en el País Vasco, quien fabricaba, esencialmente, papel parafinado para la alimentación.

Era un hombre mayor, abierto y muy afable. Me dio la sensación de que también era generoso y paternalista en su Empresa. Durante la comida me habló de que, en su fábrica, trabajaban familias enteras y muchos de los empleados ya eran la tercera generación como él. Me contó la historia de la Compañía y sus diferentes etapas desde el año 1870, en que fue fundada por su abuelo.

En los postres conocía ya mucho de su vida y me sentí seguro para hacerle mi «preguntita», sin que pudiera incomodarse. Le pregunté:¿con tu experiencia, me imagino que podrás darme algún buen consejo que te haya servido a ti y que pueda ayudarme a gestionar mejor mi Empresa? Me miró con su aire bonachón y, tras saborear un pequeño sorbo de coñac, me dijo: las grandes Compañías se construyen del buen empleo de la riqueza y de la repartición de la riqueza. Si combinas correctamente estos elementos materiales con los morales, podrás evitar la peligrosa situación de que en la Empresa conviva la opulencia con la miseria, los goces de unos con las privaciones de otros. El resultado será la felicidad individual del empleado y la prosperidad económica y social de todos.

998. ESCUCHAR PARA SABER

En una época, conocí a un empresario que, en principio, nunca hablaba con nadie, sólo escuchaba. Invitarle con gente que no conocía era verdaderamente aburrido, pues apenas conseguíamos sacarle unas exiguas opiniones en el transcurso de la velada.

El hombre había hecho un pequeño capital con una empresa textil, que luego vendió. Posteriormente, tras diversas inversiones inmobiliarias en la costa andaluza, amplió considerablemente este capital. Tenía la habilidad de que, en un entorno donde nadie era parco en palabras, siéndolo él, conseguía acercarse e invertir su dinero con socios respetables y sacar buenos dividendos.

En mi afán permanente de conocer en lo posible la personalidad de los empresarios, quise saber en una ocasión la razón de su parquedad y, aprovechando nuestra vieja amistad, le pregunté abiertamente por qué se comportaba así cuando lo propicio en el mundo empresarial y más en el de la especulación era la grandilocuencia y la seducción. Me respondió más o menos: desgraciadamente el empresario que se mueve en el mundo de los intereses y de los pactos nunca puede adivinar a la primera quien hay detrás de un rostro. La impresión más inmediata proviene, la mayoría de las veces, del «dime con quién andas y te diré quién eres». La buena compañía hace augurar favorablemente, pero ¿estamos tan seguros? ¿Quién sabe si la aparente conducta de una persona es efecto de sus privaciones? Hay personas que parecen no tener vicios, pero también es posible amar el vicio y recelar del exceso. Hay que tener en cuenta que al crápula y al bribón le hace falta dinero para el libertinaje y que la vida de rata infunde una desesperada valentía.

»En fin, soy de los que cree que muchos frecuentan a personas decentes porque no pueden hacer otras cosas. Esto me ha llevado a no malgastar mi tiempo en hablar y ganarlo en escuchar, para conocer bien quién es quién y con quién me interesa invertir mi dinero.