Micro índice:
25. EL ASEO INTERIOR
La meditación es, quizá, el trabajo más útil que realiza el empresario, teniendo en cuenta la inmensa dispersión a la que es sometido el hombre y lo incierto de su destino.
Cuando se ha conocido la pobreza, la riqueza es un buen ejercicio de poder imponer.
26. LA «STOP-PÍA»
El empresario ha de vigilar que su imaginación no le juegue malas pasadas con la realidad exterior. Detrás de todos los ingredientes tradicionales, lo que puede estar latente en sus grandes ideas son, quizá, visiones de excesiva abundancia y esperanzas de utopías, como las de hacerse millonario de la noche a la mañana. Esto no quiere decir que no pueda construir su Empresa a partir de sus ideas o de los frutos de su imaginación.
27. METABOLISMO BASAL
El empresario ha de ser una fuente de recursos para poder soportar y digerir sin pestañear los problemas.
28. RECETAR SONRISA
Debe reírse de sus propios errores, pero rectificarlos en serio y en el acto.
Las trampas de seducción no son buenas soluciones.
29. CAZADOR CAZADO
El empresario nunca debería considerarse torero sino toro, precisamente para darse cuenta de quién pretende torearle.
30. LA TÁCTICA DEL AVESTRUZ
Para el empresario impulsivo, los problemas son sueños y cegueras de unas pocas horas de duración. Hay que tener en cuenta que, en este tipo de personalidad, prevalece la forma extrema del sentir «no trágico» y, siempre, busca una alternativa al pesimismo. Desea y tiene fe en un destino feliz al problema que se solucionará por sí mismo y restablecerá, salvará y, aun mejorara y enriquecerá su actividad. El resultado final suele ser una catástrofe.
La fama te censura, la competencia te apura, tu grupo te cura.
31. EL PODER DE LA SATISFACCIÓN
Para construir un imperio empresarial, es necesario encerrarse en la Empresa como la perla dentro de la ostra y, una vez dentro, quedar absolutamente satisfecho, dejando a un lado las otras cuestiones prodigiosas que atraen y espantan.
32. LA EMPRESA PRESA
Muchos empresarios atraviesan por una hora crucial en su destino: se les presenta el negocio deshonesto que puede hacerles ricos. En ese momento, no hay término medio. Pueden tomar la decisión de elevarse a la altura del hombre o descender a la de potencial presidiario.