Opentor
conocimiento es poder

La culpa es de la vaca


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Información editorial
Índice de contenidos
Prólogo / Introducción
Contraportada

ÍNDICE COMPLETO

Micro índice:

La culpa es de la vaca
Retrato de un persevera..
Fijar metas altas
Asamblea en la carpinte..
Los cien días del plebeyo
Copos de nieve
El árbol de manzanas
El e-mail
El juicio
El problema

El televisor
La pregunta más import..
La felicidad es el camino
La ranita sorda
La gente que me gusta
El águila que nunca fue
Las metas
Fortunas del campo
Las diferencias
El cometa Halley

Tanto para aprender
Auxilio en la lluvia
Recuerda a quienes sirv..
Los obstáculos en nues..
Matar la creatividad
Dar y perder la vida
Método para achicar la..
El coleccionista de insult..
Los dos halcones
Las tres rejas

La casa imperfecta
El violín de Paganini
Lo tuyo y lo mío
El perrito cojo
El árbol de los problemas
Ascender por resultados
La parábola del caballo
Empuja la vaquita
El regalo furtivo
Veremos

Los tres hermanos
El eco
Sembrar futuro
Quemar las naves
La carreta vacía
La felicidad escondida
La paz perfecta
Imaginar soluciones
Mi mejor amigo
La señora Thompson

Cualquier parecido
El mejor obsequio
El helado de vainilla
Las cicatrices de los clav..
El soldado amigo
La renovación del águila
Mirar los obstáculos
El círculo del odio
Huellas en el corazón
El elefante sumiso

Amor.exe
Armar el mundo
La perfección de Dios
Todos somos águilas
El anca de un caballo ro..
Aprendí y decidí
La marioneta
La mariposa perdida
¿Quién me necesita?
El gusanito

Ganadores y perdedores
Zanahorias, huevos y ca..
Sólo con el tiempo
El círculo del 99
Dar para recibir
El peso del rencor
El mensaje del anillo
Pesimista y optimista
Las cuentas de la vida
Lo que nos aporta Japón

Lista breve
Cómo aprovechar mejo..
Contrato de acción

Prólogo [3]


Todavía nos preguntan por la famosa carta a García, considerada la madre de las narraciones gerenciales y uno de los textos modernos más difundidos en el mundo. Fue escrita el 22 de febrero de 1899 por Elbert Hubbard con el fin de estimular a los inactivos y a los pesimistas a dedicarse con entusiasmo a la acción, sin contentarse con hacer únicamente lo más fácil o aquello por lo que se les paga.

La idea brotó de los labios del hijo de Hubbard, Bert, quien durante un almuerzo, mientras comentaban la guerra de independencia de Cuba, exclamó:

Papá, el verdadero héroe de esta guerra fue el que le llevó la carta a García. Sí, porque aquel hombre, Rowan, fue quien en la hora oportuna, decisiva y culminante, llevó al general García, el jefe de los patriotas cubanos, la carta que lo conduciría al triunfo. Sin esta carta del presidente MacKinley quizás la independencia no se habría logrado.

Esta frase iluminó como un rayo la imaginación del escritor:

Sí, tienes razón, hijo. El héroe es siempre aquel que en cada momento ejecuta con precisión y entusiasmo lo que tiene que hacer. Es el que lleva la carta a García.

Hubbard corrió a su escritorio, redactó de un tirón el famoso documento y lo envió a la revista Philistine. Allí no le dieron mucha importancia, incluso lo publicaron sin encabezamiento ni título. Pero el mismo día y en los días siguientes empezaron a llover pedidos de aquel ejemplar de la revista. Uno pedía una docena de ejemplares; otro cincuenta, otro cien. Hasta que llegó una carta de la revista American News pidiendo mil ejemplares de la revista. El editor le preguntó a uno de los ayudantes qué era lo que había levantado tal polvareda y oyó con asombro la respuesta: Ese articulo que publicamos acerca de la carta a García.

A la semana siguiente, el escritor mismo recibió un telegrama de Nueva York pidiéndole cien mil ejemplares del folleto, una cantidad asombrosa para la época. A los dos años, la carta a García había sido publicada en más de doscientas revistas y traducida a cuarenta idiomas. Se calcula que hasta el día de hoy se han impreso más de cuarenta millones de ejemplares. Pocos escritos han logrado un éxito tan formidable.