Opentor
conocimiento es poder

La culpa es de la vaca


Portada
Información editorial
Índice de contenidos
Prólogo / Introducción
Contraportada

ÍNDICE COMPLETO

Micro índice:

La culpa es de la vaca
Retrato de un persevera..
Fijar metas altas
Asamblea en la carpinte..
Los cien días del plebeyo
Copos de nieve
El árbol de manzanas
El e-mail
El juicio
El problema

El televisor
La pregunta más import..
La felicidad es el camino
La ranita sorda
La gente que me gusta
El águila que nunca fue
Las metas
Fortunas del campo
Las diferencias
El cometa Halley

Tanto para aprender
Auxilio en la lluvia
Recuerda a quienes sirv..
Los obstáculos en nues..
Matar la creatividad
Dar y perder la vida
Método para achicar la..
El coleccionista de insult..
Los dos halcones
Las tres rejas

La casa imperfecta
El violín de Paganini
Lo tuyo y lo mío
El perrito cojo
El árbol de los problemas
Ascender por resultados
La parábola del caballo
Empuja la vaquita
El regalo furtivo
Veremos

Los tres hermanos
El eco
Sembrar futuro
Quemar las naves
La carreta vacía
La felicidad escondida
La paz perfecta
Imaginar soluciones
Mi mejor amigo
La señora Thompson

Cualquier parecido
El mejor obsequio
El helado de vainilla
Las cicatrices de los clav..
El soldado amigo
La renovación del águila
Mirar los obstáculos
El círculo del odio
Huellas en el corazón
El elefante sumiso

Amor.exe
Armar el mundo
La perfección de Dios
Todos somos águilas
El anca de un caballo ro..
Aprendí y decidí
La marioneta
La mariposa perdida
¿Quién me necesita?
El gusanito

Ganadores y perdedores
Zanahorias, huevos y ca..
Sólo con el tiempo
El círculo del 99
Dar para recibir
El peso del rencor
El mensaje del anillo
Pesimista y optimista
Las cuentas de la vida
Lo que nos aporta Japón

Lista breve
Cómo aprovechar mejo..
Contrato de acción

Prólogo [2]


El miedo a este compromiso es de tal magnitud que sólo pensamos en el cambio como una exigencia para los demás: quien debe cambiar es mi pareja, mi jefe, el gobierno, el neoliberalismo, el establecimiento... Todo y todos, menos yo; soy perfecto y no necesito cambiar nada. El problema, cualquiera que sea, es de los demás, no mío.

Pensar, sentir y actuar en estos términos es la mejor manera de pasar por encima de los problemas, llenarse de fundamentalismos y convertirse en un egoadicto. Por eso nada cambia. Porque cada día cobra mayor claridad la frase del conde de Lampedusa en su novela El gatopardo: Es preciso que todo cambie para que todo siga igual.

Recientes investigaciones sobre el aprendizaje coinciden en afirmar que el adulto desarrolla menos resistencia al cambio si no trabaja con el pensamiento lógico y lineal sino con el pensamiento lúdico y creativo. Otra vez el tema de los hemisferios cerebrales, la racionalidad y la intuición, los pensamientos y las imágenes, la filosofía y la poesía.

Entonces parece necesario darle al cerebro estímulos distintos a los que le hemos dado siempre, cambiarle los parámetros de funcionamiento, exigirle que use otras partes, inventar nuevos paradigmas. Por eso creemos que las imágenes que evocan las parábolas y anécdotas, el reto que plantean las alegorías, el alimento que ofrecen las buenas reflexiones, invitan a la mente a pensar distinto, a absorber otros mensajes, a llegar a conclusiones que no están a la vista de lo que llamamos razón.

La sabiduría del género humano está contenida en parábolas, anécdotas, fábulas, máximas e imágenes que siempre nos dejan en silencio, al abrir en nuestro interior un paréntesis que lleva a la reflexión. Ese es el sentido de los textos que aparecen en nuestro anterior libro y en este. Se trata de respuestas distintas a problemas que no fuimos capaces de resolver; de alegorías que arrojan nueva luz sobre las cosas. Mientras más personas las lean, las repitan, las transmitan, las compartan y las sientan, se afianzará con mayor fuerza una nueva manera de pensar, sentir y actuar.